Educación
Educamos personas, transformamos el mundo
Nuestro horizonte
La Compañía de María pone al servicio de la sociedad y de la Iglesia un patrimonio educativo de más de cuatrocientos años de historia. La visión cristiana de la persona, de la vida y del mundo, la influencia humanista de Miguel de Montaigne y el deseo de colaborar en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva, que haga visible el Reino de Dios, definen el horizonte de nuestra acción educativa.
Religiosas y laicos, en complementariedad y corresponsabilidad, en diálogo con la realidad y en coherencia con los valores y principios en los que queremos educar, actualizamos y renovamos nuestra labor educativa para dar respuesta a las necesidades de cada tiempo y de cada lugar, en este mundo en cambio, lo que da a nuestro Proyecto un carácter abierto y dinámico.
Educación en colegios
Personalización y colaboración
En los centros Compañía de María se articulan personalización y colaboración, creatividad personal y creación de vínculos comunitarios que posibilitan llevar adelante compromisos compartidos. Teniendo en cuenta el horizonte que configura nuestra identidad, la propuesta educativa para los colegios y escuelas, pone el acento en:
Una educación humanista y cristiana que sitúa en el centro a la persona y la capacita para ser ciudadana de este mundo global, para la acción colectiva y transformadora.
Una educación que hace de la escuela un espacio de aprendizaje abierto, que educa en la vida y para la vida, y se transforma en servicio.
Los educadores y educadoras como acompañantes y testigos de los valores y principios en los que se quiere educar, comprometidos con la calidad y en mejora continua.
Una comunidad educativa, implicada en un proyecto común, en la que la acogida, el diálogo, el trabajo en equipo y la corresponsabilidad, son elementos fundamentales.
La Red Internacional de
Centros Escolares Compañía de María
favorece el intercambio, la interacción y una vivencia de la interculturalidad que posibilita la comprensión de la globalidad del mundo y educar para afrontar los retos que este presenta.
Una forma propia de educar, desde una visión universal:
Educación Social.
Dignidad y desarrollo.
La Compañía de María genera procesos educativos en contextos de exclusión social para fortalecer la dignidad de la persona, el desarrollo de sus capacidades e incidir en la realidad, transformándola.
Nuestra propuesta evangelizadora en el ámbito de la Educación Social favorece el cuidado de la vida en todas sus dimensiones, la defensa de los derechos humanos y el diálogo intercultural e interreligioso. El objetivo es la búsqueda de una sociedad más justa, inclusiva, participativa y en igualdad de oportunidades, como reflejo de la presencia del Reino de Dios en el mundo.
Trabajamos en red y colaboramos con otros grupos e instituciones, que pretenden los mismos objetivos. El trabajo con la mujer es una de nuestras prioridades, creemos en sus posibilidades de empoderamiento y en su capacidad para generar procesos de cambio y transformación social.
Acompañamos a las y los jóvenes en el momento de elegir
La apuesta que hacemos hoy por los jóvenes nos lleva a estar presentes en Colegios Mayores y Residencias Universitarias, a caminar con ellos en otros espacios, a proponerles proyectos de compromiso social y a ofrecerles propuestas de sentido.