Con alegría, la Superiora General, M. Rita Calvo Sanz, da la bienvenida a las religiosas capitulares. Subraya que, desde la fecha en que estaba previsto, han pasado nueve meses para poder celebrar este XVIII Capítulo General y hace hincapié en que lo vivido han sido “experiencias de verdad”, aprendizajes que servirán también para vivir el Capítulo con la hondura que requiere.

Con palabras cercanas y cálidas, invita a comenzar esta etapa capitular desde esa hondura:

Un Capítulo es, en primer lugar, un encuentro entre hermanas.
Cada Capítulo recrea la universalidad.
Un Capítulo es obra del Espíritu.
Cada Capítulo es una llamada a la conversión.
Un Capítulo es un acto de fe.
Cada Capítulo es un compromiso con la esperanza.
Un Capítulo es una llamada a colaborar mejor con la obra de Dios en la historia.

Termina apelando a la confianza en el Señor, a dejarse guiar, interpelar y orientar por su Espíritu. María, Nuestra Señora -afirma- será una vez más referencia, compañera y presencia inspiradora.